martes, 15 de diciembre de 2009

PEOR QUE LA MUERTE

PEOR QUE LA MUERTE

No le tengo ningún miedo
ni a los bruscos inviernos
que me anden al acecho,
ni a caerme en el averno
cuando el vacio de mi pecho
sea más grande que yo
y esté hambriento de calor.
Toda la vida se aprovecha,
menos los últimos días,
cuando se espera una fecha
que dé fin a tu agonía,
pero tarda y no llega.
Dale a las leyes las gracias
por prohibir la eutanasia.
Y a eso sí. Le tengo miedo.