viernes, 1 de octubre de 2010

CON SU BAREMO, IGUAL ME QUEMO

CON SU BAREMO, IGUAL ME QUEMO

No sé si no alzaré protesta en vano,
tal vez el fallo ya dio su mal juicio,
esclavo y defensor de todo vicio,
de ateo en herejía, un marrano.

Dirán de cada verso que es malsano,
hablando de diarreas de orificio,
sacando cada puerta de su quicio,
ladrillos tapiarán y están a mano.

Si me condenan por ser un hereje,
mi lengua tan soez y repelente
que bien merecerá tener castigo,
no voy a ser yo quien huya y se aleje,
pues lo cortés no quita lo caliente,
y siempre seguiré hablando a un amigo,

a mí mismo con mi estrambote.
Yo aunque perro, también amo,
mas no uso burdos reclamos,
ni me pongo el traje ` zopilote.