jueves, 17 de diciembre de 2009

A BRAZO ESTIRADO

A BRAZO ESTIRADO

Es necesaria esa lista de agravios,
los tuya culpa son tan livianos
que devuelven la sonrisa a tus labios,
mientras te lavas las manos.
La inocente mirada se quedó oscura,
pesa mucho admitir cada fallo,
mejor esculpir tu alma dura
y que la indiferencia haga cayo.
Es más cómodo saber que te mima
la tolerancia del propio error.
Así proteges tu autoestima,
y la expandes a tu alrededor.
Lo malo que tiene seguir en tus trece,
es que si nunca reconoces tus cagadas,
las repetirás tropecientasmil veces,
porque así nunca se aprende nada.

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