miércoles, 28 de mayo de 2014

MENSAJE EN BOTELLA

Por fin, un día cualquiera, por ejemplo Sábado, se aburrió de ofrecerle un amanecer como todos los días, y decidió arrojar a sus pies una botella de vino. La cogió por curiosidad, para ver la marca. Comprobó que estaba vacía, tenía el corcho puesto. "¡Puaahghh!", exclamó al ver que era un Valdepeñas del Guarrefoul, de esos baratos. Pero entonces, vio que llevaba un papel dentro, aunque tampoco hubiera tirado la botella, primero porque él nunca arroja porquería al mar, y segundo porque pensaba usarla para partir almendras. Intrigado, trató de abrirla. Pero no pudo sacar el corcho con las manos. Estaba muy mojado, y se había hinchado mucho. Para que no se impaciente el lector, teniendo que esperar a que el protagonista vuelva a casa y busque algún utensilio adecuado para sacar el corcho y poder ver qué pone en ese papel que lleva dentro la botella, usaré un truco, porque este es mi cuento y aquí mando yo, único sitio. El protagonista sacó su navaja suiza del bolsillo izquierdo de su chupa de cuero. El que tiene cremallera no, el que está más abajo. Disponía de treinta y dos utilidades, entre las cuales, por supuesto, se incluía un sacacorchos. Consiguió quitarle el corcho. Disculpen los lectores y lectoras, pero no se crean que sacó el papel enseguida, hay que joderse. Las botellas de vino tienen un cuello muy estrecho, y el papel se había desenrollado dentro de la botella. No caía. El prota, lo llamo así para abreviar, arrojó la botella contra la arena, frustrado. Luego la recogió, se marchó de la playa, y en cuanto encontró un bordillo la estampó contra él, rompiéndola en mil pedazos, y dejando que la curiosidad se llevara por delante a su civismo. Al fin pudo recoger el papel del suelo. Y bueno, ya hemos llegao a la resolución del cuento, ahora es cuando digo lo que ponía el papel que el señor Sábado, aliado con el mar, arrojó a los pies del prota. Aunque no sé si poner un anuncio ahora... Era un ticket de supermercado, se podía leer claramente en el dorso "Guarrefoul", con su logotipo. Ponía: Bodegas Peleón - 1,40 € El prota maldijo y huyó del lugar, no fuera a venir un municipal a multarle.

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